Abriendo Puertas al Guadalmedina

por Ana Vida Pozuelo

por Ana Vida Pozuelo

Abriendo Puertas al Guadalmedina es el título de la acción‑reivindicación que llevaron a cabo el pasado 14 de diciembre algunos alumnos de la ETSA de Granada, profesionales de varias disciplinas y vecinos de la ciudad en el cauce urbano de este río de Málaga. Se inscribe dentro de las tareas para la elaboración de una propuesta al concurso de la fundación Ciedes, del Ayuntamiento de Málaga, para la integración urbana del río Guadalmedina.

Se trata de una acción divertida, participativa y, sobre todo, pedagógica, que pretende hacer visible el río, oculto actualmente tras los muros que forman su cauce artificial, a través de una intervención efímera: un trampantojo que muestra el «otro lado» de dichos muros, y relaciona de nuevo la ciudad y el río.

Os dejo un pequeño texto que cuenta el transcurso de dicha jornada, escrito por Rocío Yuste, una joven artista malagueña muy implicada en la recuperación del río Guadalmedina y, además, autora de la propuesta que dio pie a la acción del 14 de diciembre.

«Un chocolate caliente al final del día. Fue una jornada intensa, ahora que nos sentamos en la mesa, podemos vernos las caras cansadas y los cuerpos rendidos. Pero en nuestros ojos se refleja la satisfacción y en el fondo la ilusión de haber sembrado una pequeña semilla que no sabemos dónde acabará y qué frutos dará.

Un territorio, Guadalmedina; una propuesta, visualizarlo. Más allá de todo proyecto que se precie, hay un malestar latente al que no se pone remedio. No es necesario tener un territorio completamente acondicionado para disfrutarlo. El Guadalmedina tiene zonas mínimamente útiles para que los ciudadanos las aprovechen. El problema reside en que durante años, gracias a la mala praxis sobre el río, se ha creado una imagen negativa y sucia que apoya los proyectos de abovedamiento o cualquier otro que suponga la eliminación del cauce.

Es por esto que se hace una propuesta cuyo objetivo es visualizar el río, que los vecinos reflexionen sobre su situación actual y sus posibilidades, una propuesta de regeneración del vínculo urbanita con el entorno del río.

Así nos organizamos, los estudiantes de Arquitectura de Granada, colaboradores y gente interesada nos adentramos en el cauce sobre las once de la mañana. Las primeras impresiones son de repugnancia al bajar por las escaleras sucias y con deshechos, pero es una realidad. Andar por el cauce hasta el sitio de la intervención también es una experiencia interesante: cemento, rocas, basura, colchones, cartones, vegetación, charcos de agua, todo convive en un mismo espacio, todo entremezclado.

Llegamos al muro, se organizan grupos para pintar, montar los árboles de globos y entrevistar e informar a gente. Comienza a desplegarse todo el arsenal de creatividad y energía. Unos nos ponemos a esbozar el trampantojo simulando el muro abierto con vistas a la calle, mezclar colores, manchar pinceles y ensimismarnos en las formas que estamos creando. Otros se dedican a inflar globos como locos y montar árboles con tubos de cartón reciclados. Y en el puente, la gente se para interesada en lo que se cuece. Todo marcha.

A medida que pasa el día nos vamos relajando más y la gente se anima a coger pinceles e improvisar, charlan aquí y allá, baja gente, comentan… hasta el primer descanso. Aun estando en pleno diciembre, en el cauce llega a hacer una temperatura casi veraniega.

Después del almuerzo, de regreso al cauce, descubrí cómo unos niños se estaban llevando el árbol de globos ¡por encima del muro!

La ciudad lo absorbió.

Después de recuperar las pinturas y demás material, nos atrevimos a salir a la calle, junto al muro, decididos a pintar otro trampantojo que completara el primero: la visión de un río naturalizado visto desde la calle. Comenzamos a brochazos, cada uno por un sitio, coordinados en la dispersión creativa individual.

La luz del día se iba yendo y entre el cansancio, el disfrute y la adrenalina porque pudiera venir la policía, volábamos sobre el muro, poniendo color allí y acá.

Poco a poco íbamos echando la pared abajo, sin ninguna violencia, sino de la manera más bella posible, con pintura y color.

Aún hoy se puede asomar uno a contemplar un río verde a través del muro, imaginar y reflexionar sobre lo que ahí atrás hay (o no hay, o puede haber).»

Web:http://citywiki.ugr.es/wiki/Rizoma_Fundación/guadalmedina

Revisión y corrección de estilo del texto a cargo de Sara Hernández Pozuelo

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5 comentarios

margott 11 enero, 2012 - 19:14

Me ha encantado la intervención en el muro. Una manera muy poética de "transparentar" y de alguna manera echar abajo, como dice el artículo, esos muros que encontramos construidos tantas veces ante las posibilidades existentes de mejorar las cosas.
Hacer visibles las preguntas para poder encontrar las respuestas.
Enhorabuena por la iniciativa.

Paisaje Transversal 11 enero, 2012 - 21:03

Muchas gracias margott por tu aportaciones, sin duda es un proyecto muy interesante el que se está lelvan a cabo en Málaga y esperamos poder incorporarnos al proceso en breve. De momento, nos dedicamos al proselitismo 😉

sinarquitectura 11 enero, 2012 - 21:36

Iniciativa muy acertada, por lo fresco, directo y potente de la propuesta, y que pone de manifiesto, casi sin quererlo, los errores de planteamiento del concurso convocado por la Fundación Ciedes, como ya explicó en Julio el Decano. ( elmundo.es/elmundo/2011/08/07/andalucia_malaga/1312718489.html)
Como publicó El Observador en Octubre pasado ( revistaelobservador.com/index.php?option=com_content&task=view&id=5441&Itemid=0), las iniciativas de Málaga Propone, Rizoma, y otros, están siendo mejor planteadas desde su inicio, fomentando en primer lugar un punto de vista más amplio de la idea de río y de ciudad, en segundo lugar un sistema de urbanismo participativo ground-up, en lugar del up-down que plantea Ciedes, y en trecer lugar un activismo de estudiantes y profesionales de la arquitectura, el urbanismo, la geografía y la sociología mucho más fructífero, por lo que tiene de espontáneo y abierto.
No espero nada del fallo del concurso convocado, por lo que tiene de elefante técnico, de ámbito restringido, y con un tufo a propuestas preparadas de antemano que no avecina nada bueno.
Desde luego, el futuro de ese organismo vivo que es el río, y de la relación de la ciudad con él en su tramo urbano, no va a mejorar sustancialmente con los resultados del concurso; sin embargo, las propuestas como ésta hacen vislumbrar un ciudadano más activo y comprometido, y más conectado con los profesionales de una manera natural, lo que tiene que desembocar necesariamente en mejores planteamientos urbanos.

makuland 13 enero, 2012 - 12:12

enhorabuena por el proyecto! esperamos veros en más acciones y reivindicaciones

MANOLO CARMONA 16 enero, 2012 - 01:30

Me siguen encantando este tipo de iniciativas de particip-acción que rozan lo subversivo y que tienen como objetivo "hacer visible" realidades cotidianas y urbanas.
Enhorabuena y ánimo!!

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