AILANTO / símbolo de marginalidad y delincuencia en el Baltimore de The Wire

por Ramiro

por Ramiro Aznar Ballarin

Se pueden sacar muchas lecturas interesantes de una serie tan excepcional como The Wire. Colgaríamos opinión tras opinión, relacionando algunos de sus argumentos con cualquier tema recurrente en este blog. La arquitectura sería un buen ejemplo, posiblemente podríais decir montones de cosas sobre urbanismo o edificación sobre Baltimore. Por otro lado, los lectores que se encuentren trabajando en temas sociales les podría interesar las relaciones de poder o los orígenes del delito, argumentos base de la serie en cuestión. Seguiría, pero creo que ya habéis entendido que estamos hablando de una gran serie (quizás solo a la altura de Los Soprano o Twin Peaks) y su interpretación varía según el background de la persona.

El mío es la ecología. No puedo evitarlo. Mi vista está entrenada para detectar una serie de patrones. Uno de ellos son las especies invasoras, a las cuales ya dedique un postanterior sobre un escenario completamente diferente. Así que durante las cinco temporadas que dura esta saga televisiva mi visión se desviaba de la acción principal hacia una silueta muy familiar. El ailanto (Ailanthus altissima), especie exótica que me topé en uno de mis últimos proyectos de la carrera y que es un organismo invasor habitual en la geografía ibérica.

Escena de la 5ª temporada de The Wire donde un periodista entrevista a un mendigo, en primer plano abajo a la derecha se puede observar un espécimen de ailanto.

Pero este árbol tan característico no lo encontramos en el distrito de negocios de Baltimore (downtown), siempre aparece en los barrios más desfavorecidos. Bien debajo de un puente donde viven los vagabundos, bien en los callejones donde algunos negros trafican y delinquen.

Escena de la 3ª temporada de The Wire donde algunos camellos trafican en la zona denominada ‘Hamsterdam’, un espécimen de ailanto se puede ver al fondo sobre el muro gris.

No deja de ser curioso. El pobre no tiene bastante con la etiqueta de exótico o invasor. Ahora además se le tilda de marginal o delincuente. Pero no nos engañemos, el ailanto no es ni lo uno, ni lo otro, ni lo de más allá. Nosotros somos los responsables de todas sus andanzas. Es exótico e invasor porque nosotros lo introdujimos (voluntaria o involuntariamente). Es marginal y delincuente porque crece en sustratos abandonados, es decir, no gestionados, no urbanizados. Olvidados por políticos, urbanistas, gestores, ecólogos y un largo etcétera.

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3 comentarios

Javier del Amo Ruiz 29 octubre, 2009 - 09:51

interesantísimo el artículo, pero quiero saber más!

a todo esto, la serie, increíble

Ramiro 29 octubre, 2009 - 10:28

Me alegra que te guste. No deja de ser paradójico que se le llame "árbol del paraíso" ('tree of heaven'). ¿de qué quieres saber más?

Javier del Amo Ruiz 30 octubre, 2009 - 14:55

me refería a que me he quedado con ganas de seguir leyendo… eso es genial!

un saludo

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