TERAPIA SUB-URBANA

por Paisaje Transversal

por [ecosistema urbano]

«Una ciudad puede cambiar en dos años, no importa la escala ni los recursos financieros. Sin interferir en la planificación general se pueden realizar actuaciones rápidas de mejora en puntos concretos»
JAIME LERNER
USUARIO vs ARQUITECTO

La arquitectura cargada de ideología puede ser dirigista, constrictiva y perjudicial social, psicológica o físicamente para quienes la usen. Sólo una arquitectura dictatorial trata de imponerse al usuario. La arquitectura debería estar a favor de la libertad y la incertidumbre, pensada siempre desde la realidad y alejada de las utopías y de las soluciones que procuran la resolución de todos los problemas. El filósofo austriaco Karl Popper, defensor de la sociedad abierta, relacionaba directamente los totalitarismos y las ideologías del pensamiento único -con las que se mostraba implacablemente crítico- con aquellas corrientes que trataban de cambiar o conocer toda la sociedad, utopismo y holismo respectivamente.

A lo largo de la Historia de la arquitectura, numerosas propuestas de vanguardia, fracasaron en su objetivo de hacer una arquitectura para la libertad, precisamente por estar más cerca de la utopía que de la realidad. Un buen ejemplo es la propuesta situacionista de New Babylon, de Constant Nieuwenhuys (1949-69), la ciudad del homo ludens, de la cual, Yona Friedman, autor de La ville Spatial (1958), comentaba en una entrevista: «…yo no creo que la gente deba jugar. Yo creo que la gente debería poder jugar, si eso es lo que desea… yo trato de imponer sólo lo mínimo».

De ser construido el Fun Palace (1961) de Cedric Price, habría sido el primer edificio en el que se ensayaran ideas de uso no-autoritario en arquitectura; era un laboratorio de diversión activa, donde el visitante podía ser estimulado o informado, pudiendo reaccionar, interactuar e incluso abandonar. Era una arquitectura que servía como soporte y posibilitaba la actividad humana en total libertad. Las ideas de J. Bentham, sobre la libertad para ser útil, unidas a la fascinación por la tecnología, definían entonces un concepto de arquitectura como mecanismo capaz de posibilitar, acondicionar y proveer al individuo de una mayor utilidad y posibilidad de actividades.

Debemos involucrar a los usuarios en la redefinición de su ciudad. François Ascher, en su ensayo Los nuevos principios del Urbanismo, detalla ocho principios que deberíamos tener en cuenta a la hora de pensar nuestras ciudades, uno de ellos dice:

«…un urbanismo participativo: la concepción y la realización de proyectos son el resultado de la intervención de muchos actores con ideas distintas y de la combinación de dichas ideas…”.

El gobierno urbano supone un enriquecimiento de la democracia representativa por nuevos procedimientos deliberativos y consultivos. Se hace necesaria una relación mas directa con los ciudadanos y al mismo tiempo formas democráticas de representación a escala metropolitana, que es la escala a la que deben tomarse las decisiones urbanas estructurales y estratégicas. El espacio público en su dimensión física abarca las calles, pasajes, paseos peatonales, plazas, parques, entre otros; en su dimensión social abriga la capacidad de los grupos para organizarse e implementar acciones de bien común; y en su dimensión política, representa un lugar de encuentro de ideas y de transparencia. El espacio público es así una tarea de todos y para todos los ciudadanos y, por tanto, su desarrollo y mantenimiento forman parte de la constante búsqueda por una vida social más justa y placentera. Implica la capacidad que tienen los ciudadanos de incidir en las decisiones referidas a asuntos públicos que son de su interés. Cuando la participación ciudadana está bien encauzada, contribuye positivamente al desarrollo de las políticas, programas y proyectos, tanto públicos como privados. Además, fortalece y potencia el patrimonio social y la vida democrática.

TEMPORALIDAD vs. PERMANENCIA

La permanencia como valor arquitectónico, debe ser cuestionada y probada, no asumida sin más. La arquitectura puede entenderse como un proceso reversible, de tiempo limitado, que no condicione las aspiraciones de los ciudadanos en el futuro.

Debido a la lentitud de los procesos relacionados con la arquitectura, los arquitectos deben desarrollar capacidad de anticipación, y hacer uso de un pensamiento estratégico que cuente con el tiempo como un material más de trabajo. Un proyecto de arquitectura no es sino un plan de gestión de la vida útil de un objeto. El Inter-action Centre (1973-2000, Londres) de Cedric Price, es la versión reducida del proyecto para el Fun Palace, que celebra la incertidumbre y la naturaleza impredecible del futuro de la arquitectura. El proyecto se realizó conociendo la fecha en que desaparecería, e incluía los documentos necesarios para su construcción y también las instrucciones para su desmantelamiento 27 años después.
En determinadas situaciones, puede ser interesante realizar una arquitectura ligera, que se disfrute sólo durante el tiempo que sea necesaria, un diseño con fecha de caducidad. Las ideas de cambio y flexibilidad deben trascender los postulados que confiaban en la adaptabilidad de los edificios mediante partes móviles o complejos sistemas prefabricados, y en arquitectura deben asociarse con estructuras de vida limitada y organizaciones dependientes de su emplazamiento o interacción con otros artefactos.

PREVENIR vs. CURAR

El arquitecto es hoy, quizá lo ha sido siempre, una figura que opera puntualmente en la ciudad, resolviendo problemas en lugar de utilizar la arquitectura como instrumento preventivo. Prevenir es una actitud más sostenible que curar, pero las intervenciones con las que nos encontramos los arquitectos más frecuentemente suelen ser del segundo tipo, como las de un dentista, engastando una pieza en un contexto más o menos consolidado; o como las de un ortopedista, implantando prótesis que sustituyen o corrigen algún miembro que ha dejado de funcionar correctamente.

Existen múltiples analogías relacionadas con los modos de operar en arquitectura, pero nos parece importante señalar uno no tan común. El arquitecto también debe saber, cual experto cirujano, cuándo es preciso no actuar, y cuestionarse la relevancia y necesidad de su intervención.
La propuesta de Lacaton y Vassal para la plaza de Lèon Aucoc lleva la arquitectura de la abstención al extremo. Ante el encargo de la ciudad de Burdeos para realizar una propuesta de “embellecimiento” de la plaza, y tras realizar un inventario preciso y exhaustivo, así como una encuesta entre los habitantes de la zona, llegan a la conclusión de que lo único que la plaza realmente necesita es un mejor cuidado y conservación, presentando una lista de medidas a tomar. La plaza es bella tal y como está, no viendo la necesidad de transformarla arquitectónicamente. El proyecto propuso trabajos sencillos e inmediatos de mantenimiento (cambiar el suelo de grava, prever limpiezas periódicas, podar los tilos, etc.)

ECONOMÍA vs. MINIMALISMO

Vivimos tiempos de opulencia arquitectónica, en los que priman la sofisticación formal y material, y la economía de medios en arquitectura no es demasiado frecuente. Nuestro trabajo debería consistir en el establecimiento de prioridades encaminadas a conseguir más con menos, y a obtener un efecto máximo con una intervención mínima, que tiene mucho de sostenible y poco de minimalista.

Buckminster Fuller decía que el diseño no era otra cosa que gestión de recursos y que deberíamos pensar en nuestro planeta como si se tratase de una “Nave Espacial Tierra”, un sistema cerrado con recursos limitados. La labor principal de un arquitecto es la de gestionar los recursos disponibles de la manera más óptima, bien sean energéticos, materiales o presupuestarios. Toda construcción implica un gran consumo energético, produce emisiones, antes, durante y una vez finalizada y habitada la obra (fabricación, transporte, maquinaria, climatización, servicios, etc). Por ello, debemos tomar conciencia de la importancia que cada una de las decisiones que tomamos tiene, y de su repercusión a nivel global con especial sensibilidad hacia el medio ambiente.
No podemos olvidar que un presupuesto es también un importante material de proyecto con el que trabajar. No se trata de optimizar exclusivamente bajos presupuestos, sino de generar siempre lo máximo con lo mínimo. Para ello, la planificación del proyecto y su materialidad, deben suponer un esfuerzo mayor en la etapa de concepción. La calidad de un proyecto no tiene por qué ser equivalente al esfuerzo económico.
El proyecto de Lacaton y Vassal para el Palais Tokio de Paris supone la reutilización de un edificio con un establecimiento claro de prioridades. El proyecto propone una respuesta sencilla y ligera, tomando el término instalación al pie de la letra e inspirándose en las cualidades espaciales desveladas, como en lo restringido del presupuesto: utilizar lo existente, no transformarlo, sacar el máximo partido de las cualidades físicas y estéticas del edificio. Asegurar la estabilidad estructural, la accesibilidad y la seguridad; rehacer las instalaciones y ofrecer un confort térmico sencillo.

INTENSIFICACIÓN vs. EXPANSIÓN

Ya en 1966 el economista Kenneth Boulding aconsejaba que dejáramos de actuar “como si viviéramos en una economía de cowboys con ilimitados territorios para conquistar y recursos para consumir ”.

La dispersión periurbana o sprawl es un fenómeno urbanístico importado, que externaliza los costes pagados por las administraciones en términos de bienes públicos, provocando un consumo irreversible de suelo que ensancha la huella sin fundamento demográfico, planteando un agravio comparativo en la distribución del derecho de propiedad.

La Carta de Aalborg apuntaba en 1994 que “la ciudad es la mayor entidad capaz de abordar inicialmente los numerosos desequilibrios arquitectónicos, sociales, económicos, políticos, ambientales y de recursos naturales que afectan al mundo moderno y la unidad más pequeña en la que los problemas pueden ser debidamente resueltos de manera integrada, holística y sostenible”.
Pero el avance de las ciudades y del territorio hacia un modelo de desarrollo más sostenible, requiere un compromiso que vaya más allá de la retórica. Debemos exigir que se modere la expansión del actual modelo urbano, para dar prioridad a la optimización, diversificación y regeneración la ciudad existente, promoviendo el uso más eficiente del patrimonio construido, intensificando y reprogramando el tejido urbano. El planeamiento debe incluir cambio y re-planeamiento. La ciudad y el territorio no pueden ser en ningún caso entendidos solamente como el resultado de las decisiones de los propietarios del suelo y del ejercicio de la libertad de empresa, sino como el ámbito donde se desarrolla la vida de todos los ciudadanos. Nuestros proyectos deben incidir en la creación de sistemas de gestión que contribuyan a crear nuevas redes de relaciones interpersonales a través del espacio público.
El arquitecto Richard Rogers, en su libro Ciudades para un pequeño planeta, propone recuperar la ciudad compacta mediterránea, diversa y mezclada, en la que las actividades se superponen en un mismo espacio y la comunidad social tiene su referente en el barrio. La ciudad compacta tiende a optimizar la gestión de los recursos, como un auténtico ecosistema urbano, su supervivencia depende del equilibrio entre las partes que lo conforman, perdido el cual, no quedará otra solución que su extinción, como le sucedería a cualquier ecosistema natural.

PÚBLICO vs PRIVADO

Vivimos en una era democrática, de la que cabría esperar importantes aportaciones en el ámbito del espacio público, sin embargo la contribución de muchos arquitectos parece erosionar cada vez más dicho espacio. Los arquitectos debemos tomar conciencia de ello y debemos evitar convertirnos en cómplices de la segregación urbana, al aceptar encargos que colaboren explícitamente en la privatización del espacio público con fines comerciales.

Hoy se planifica un espacio público sin rasgos de identidad y que aparece como un campo estéril de actividad y sin las condiciones mínimas para el desarrollo de la necesaria vida social que constituye ciudad. El espacio público se concibe como un espacio para el automóvil, y ha perdido las cualidades que conformaban su carácter e identidad, porque ha sido proyectado sin ellas.

La edificabilidad comercial se expolia de la calle, verdadero espacio público, para concentrarse en los grandes Malls importados también de Norteamérica, y que son hoy los verdaderos escenarios de la vida pública contemporánea, caracterizados por la identificación ocio- consumo.
El origen, tanto de este nuevo espacio público climatizado, como del modelo de ensanche que se repite de manera autista y sistemática por todo el país, superponiéndose a las distintas realidades geográficas, físicas, climáticas y ambientales y configurando periferias muertas, ciudades dormitorio carentes de complejidad, lo encontramos a mediados del siglo XIX: los ensanches higienistas de Castro y Cerdá, y el Crystal Palace de la Exposición Universal Londres (1851), que emergió como un nuevo modelo de espacio arquitectónico, en el que un mundo cerrado de artículos de venta convivían con árboles y plantas; este espacio representa el nacimiento de lo que hoy conocemos como Sociedad de Consumo, al ser el primer espacio público “climatizado”.
Un espacio público debería ser un soporte abierto a la ciudadanía, un lugar de encuentro, de todos y para todos, en el que la participación de cada uno de los individuos que lo ocupan, lo defina y caracterice. La Plaza de Djemaa-el-Fnaa en Marrakech, es un extenso vacío asfaltado en el centro de la ciudad, donde personas, coches y mercancías se mezclan sin orden establecido. Es una gran plaza, a la vez lugar de paso y de encuentro, de libertad espacial y de uso. Se trata de un solar sin limitaciones, sin mobiliario, sin restricciones, un espacio libre. Cada día, la plaza se renueva y metamorfosea indefinidamente, al ritmo del movimiento.

ENTORNO vs. MATERIA

«La multiplicidad de formas de nuestro mundo se compone en gran medida de la multiplicidad de nuestros espacios respiratorios…el modo en que su respiración se mezcla con el aire común a todos los presentes… todo esto es desde el punto de vista de quien respira, una situación absolutamente única… Ahora bien, avancen ustedes unos cuantos pasos y se toparán con una situación totalmente diferente, en un espacio respiratorio diferente…La gran ciudad está tan repleta de estos espacios respiratorios como de individuos aislados….»
ELÍAS CANETTI. La conciencia de las palabras
Los arquitectos debemos dejar de pensar sólo en términos de materialidad, ya que el hombre crea condiciones artificiales, configura entornos que también son arquitectura. El uso de medios inmateriales puede ser tan importante, o más, que el de los materiales, para caracterizar un espacio. El espacio está definido inicialmente por unas condiciones climáticas: luz, presión atmosférica, temperatura, la humedad, la calidad del aire, la dirección del viento, la exposición solar, etc, y sin embargo no tiene funciones determinadas (descansar, respirar aire fresco, entrenar, encontrarse con otros, ligar, discutir, pensar, mirar…) Las nuevas tecnologías generan espacios intangibles que se relacionan e interactúan con el espacio real creando nuevas situaciones de uso. Un proyecto actualmente puede consistir en una serie de acciones indefinidas e inmateriales, que se propaguen por la ciudad o de una ciudad a otra.

ACCIÓN vs iNACCIÓN

Frente a posturas teórico-críticas y pasivas relacionadas con la arquitectura, mantenemos la de la puesta en acción, a partir de una mirada crítica y propositiva de la realidad, que utilizamos como mecanismo de proyecto. La acción va más allá de la crítica de una situación concreta y precisa de una estrategia activa como base del proyecto.

Una acción implica una reacción, no tiene escala, no necesita de grandes recursos, genera complejidad a partir de elementos muy simples, no es necesariamente arquitectura pero puede dar lugar a ella, su duración puede ser determinada inicialmente o no, hace partícipes a los ciudadanos, tiene capacidad de interactuar con el entorno y adaptarse a él, y sus últimas consecuencias son difícilmente predecibles. A continuación se presenta una serie de acciones urbanas que han sido planificadas como desencadenantes abiertos a la reacción espontánea, propia de la complejidad urbana.

LA PLAYA DE LUNA. Madrid, 2006

Frente a la forma oficial de solucionar los problemas de los espacios públicos degradados de los centros históricos mediante obras de larga duración que consumen ingentes cantidades de presupuesto y recursos, creemos que es posible otra forma de actuar que no confía en las técnicas invasivas de intervención. Nos interesan las acciones de bajo presupuesto capaces de desencadenar una respuesta por parte de los ciudadanos y de sembrar la semilla de la autoreparación, consiguiendo que el ciudadano forme de nuevo parte activa del espacio público.

Esta propuesta acude en ayuda de un barrio unido por la necesidad de cambiar un entorno muy degradado junto a la Gran Vía madrileña. Era necesario pasar a la acción en un periodo de tiempo muy corto, unir las aspiraciones vecinales y lograr la repercusión mediática necesaria que obligase a los responsables municipales a negociar con los vecinos una mejora sustancial de las condiciones de un barrio con muchas carencias.
Un nuevo ambiente urbano temporal (Playa de Luna) ligado a un entorno wi-fi gratuito, genera un área de descanso uniendo las actividades veraniegas de los vecinos del barrio con la necesidad de fomentar un área de relax para los usuarios de la Gran Vía de Madrid.
Durante los meses que dura la acción urbana (verano 2006) se generan múltiples conexiones e interferencias inesperadas que se vienen a sumar a los esfuerzos desencadenantes de la acción. En este periodo de tiempo se crea la ilusión de que es posible que los ciudadanos tomen decisiones sobre su ciudad y se sientan parte integrante del espacio urbano.

URBAN VOIDS. Revitalización urbana de Philadelphia. EEUU, 2006.

Propuesta de acción en la trama urbana de Philadelphia, ciudad actualmente inmersa en un proceso de reflexión sobre su revitalización urbana. En los últimos cincuenta años un cuarto de su población ha abandonado el centro para trasladarse a la periferia, siendo en la actualidad la ciudad de Estados Unidos con mayor densidad de vacíos urbanos (40.000 solares).

La Reconfiguración-ecológica de Filadelfia es una estrategia de acción, que pretende generar los mecanismos que promuevan la participación ciudadana como punto de partida que haga posible la autoregeneración del tejido urbano. La nueva Filadelfia se construirá sobre sí misma por sus ciudadanos.

Conceptos:
a. Corredores-ecológicos: concentración de esfuerzos en una línea-estructurante de actividad. Conectarán zonas de alto porcentaje de vacíos-urbanos con el downtown, estableciendo conexiones con la actual red de espacios verdes de la ciudad. Una serie de intervenciones de bajo presupuesto sobre la trama de calles seleccionada caracterizará la red de corredores-ecológicos, motor de la regeneración urbana de Filadelfia:
1-Reconfiguración de la sección de la calle seleccionada como corredor.
2-Red de espacios verdes, ligados por el corredor, en los vacíos-urbanos perimetrales.
3-Acondicionamiento básico de solares entorno al corredor para usos ciudadanos temporales.

b. Catalizadores-urbanos: foco dinamizador de la escena urbana de Filadelfia. Conectados con el downtown por la red de corredores-ecológicos y estratégicamente situados en zonas de alta concentración de vacíos-urbanos. Condensador de programas de carácter público. Construcción ligera y desmontable. Generador de energías alternativas, abasteciendo y potenciando los vacíos-urbanos del entorno. Una vez cumplida la labor sanadora de una zona podrán desmontarse ubicándose en otro punto a activar de la red de corredores-ecológicos.

www.vanalen.org/urbanvoids

WIFI-RONA. Gerona, 2006.

Los arquitectos crean entornos artificiales y para ello, también pueden emplear medios inmateriales como la energía o la información. Un entorno WI-FI de acceso libre establecerá una cobertura virtual sobre el área histórica de Gerona, permitiendo a los ciudadanos, acceder desde el espacio público real al espacio público virtual, utilizando la tecnología como activador social y abriendo las posibilidades de uso a nuevas situaciones no planificadas.

Un injerto de suelo natural*, como alfombra superpuesta sobre el pavimento existente, sirve para reivindicar una conciencia más sostenible y, a modo de huella ecológica** nos recuerda que el ser humano mal-consume los recursos del planeta desde que habita en ciudades.

http://www.hibrids.net/

*Alfombra verde: césped bermuda híbrida (cynodon dactylon) optimizado genéticamente para mejorar su comportamiento. Consume un 10 % del agua en comparación con otras especies.

** Huella ecológica: Territorio necesario para producir los recursos consumidos por un ciudadano y absorber los residuos que genera. El cálculo de la huella ecológica de un ciudadano europeo medio lleva a la conclusión de que serían necesarios otros dos planetas como La Tierra para que los 6.000 millones de seres humanos actuales pudieran vivir todos de esa manera.

PARKEING. Alcalá de Henares, 2004.

Acción urbana realizada con alumnos de la Escuela de Arquitectura. Elegimos como soporte urbano para la acción un solar polvoriento en el límite con la zona declarada Patrimonio de la Humanidad, cuando descubrimos una singular historia de uso ciudadano y su calificación urbanística como zona verde. En realidad funciona como gigantesco aparcamiento irregular que ahoga al barrio. Programas electorales de todos los partidos incluyen su transformación en parque desde hace 15 años. Cada equipo cuenta con un presupuesto de 400€, que multiplicamos mediante una buena gestión y estableciendo prioridades. 150 llamadas telefónicas, 450 horas de trabajo, 20 toneladas de asfalto reciclado, 5 olmos plantados por un vecino, 7 alibustres, 3 ginkgos, 50m2 de arbustivas aromáticas, 10 neumáticos de camión, 10 litros de pintura, 2 bancos del Ayuntamiento, 20 plazas de parking suprimidas…… Un parque en 5 días.

Se inserta una semilla de espacio público que se entrega a los vecinos para que lo mantengan, lo reivindiquen o lo abandonen. http://www.parkeing.tk/ / http://www.ractiva.com/

ESPACIOS URBANOS TEMPORALES COPA AMERICA 2007. Valencia, 2006.

Un evento deportivo de repercusión planetaria se pretende utilizar como revulsivo urbano para recuperar zonas del territorio de la costa hasta ahora ocupadas por instalaciones portuarias y muy lejos de un posible uso ciudadano. El espacio público que rodeará las nuevas instalaciones y los nuevos territorios ganados al mar debe planificarse sobre unas enormes plataformas existentes, sin la seguridad de su permanencia una vez finalizado el evento.

El encargo plantea proponer dos nuevos espacios públicos que cubren un área de 60.000 m2. Rapidez, espectacularidad, economía y reversibilidad son términos asociados a la propuesta desde el inicio.

Se decide la inserción de dos paisajes artificiales superpuestos sobre la superficie asfaltada existente. Un jardín atmosférico horizontal con dispositivos que interactúan con las condiciones climáticas se enfrenta a un jardín vertical que apila sus elementos vegetales sobre una ligera estructura desmontable.

Todos los elementos estarán apoyados y serán superficiales, todas las instalaciones serán aéreas y autosuficientes.

Este artículo fue publicado en el número «Arquitectura enzimática» de la revista del CSCAE.

[ecosistema urbano] es un colectivo arquitectónico-urbanístico-activo-social* con sede en Madrid

*Definición acuñada por Paisaje Transversal


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1 comentario

Anónimo 26 abril, 2010 - 17:11

Te digo algo, es el mejor post que lei en mi vida! No sabes de la manera q te lo agradesco

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