#Papers57: La nueva praxis urbana ante el cambio de época (Parte II)

por Paisaje Transversal

Continuamos con la segunda y última parte del artículo que publicamos en el número 57 «Discursos emergentes para un nuevo urbanismo» de la revista Papers, coordinado por Xavier Boneta y editado por el Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona. Podéis consultar la primera partedel artículo «Otro urbanismo es posible. La nueva praxis urbana ante el cambio de época» –en la que tratábamos sobre el contexto sociopolítico global de  #GlobalRevolution y #SpanishRevolution en el que se fraguan las nuevas prácticas urbanas– haciendo clic aquí.

Glosario abierto[1]

Si entendemos que, como lo hacía Wittgenstein, el lenguaje construye mundo[2], tendremos que empezar a desarrollar un nuevo vocabulario — o dotar de nuevos significados al existente— que nos permita comprender estas prácticas urbanas emergentes. Si bien el objeto de este artículo no es establecer un diccionario común a estas nuevas formas de hacer, sí que nos parece pertinente recoger una serie de nociones comunes que permitan establecer cierta base conceptual compartida de estas nuevas formas colectivas de hacer ciudad.

Política

El urbanismo no es técnica, es política: es una visión, un proyecto, y tiene vocación transformadora. Parece que hemos olvidado eso. O tal vez algunas personas nunca lo tuvieron en cuenta. Y eso que pensadores tan relevantes como Michel Foucault han explicitado en numerosas ocasiones como la arquitectura (y el urbanismo, añadimos) es un modo de organización política[3]. Lamentablemente, la academia y el ámbito profesional han permanecido ajenas a esta realidad, centrándose exclusivamente en la dimensión estética de la disciplina. Seguramente, esta «forclusión»[4] de la política en el urbanismo y la arquitectura ha sido la que ha evitado que se haya podido establecer un código deontológico o algún mecanismo de control común que pusiera coto a la laxitud ética con la que se han acometido los proyectos en las últimas décadas. Por tanto, urge construir una nueva ética profesional.

Afortunadamente desde estos discursos emergentes estamos recuperando la vocación social y política del urbanismo, conformando nuevos mecanismos de defensa que resulten a la vez críticos y propositivos. Y aquí contamos con poderosos ejemplos tanto a nivel práctico como teórico.

En el primer plano podemos destacar el trabajo desarrollado por Todo por la Praxis (@todoporlapraxis)[5], quienes establecen nexos de unión entre activismo y urbanismo diseñando mecanismos arquitectónicos que posibilitan nuevos usos y lecturas del espacio público. Tal vez su proyecto más destacado a este respecto sea el Banco Guerrilla que elaboraron para la Comisión Stop Desahucios del distrito Latina de Madrid, desde la que demandaban dispositivos que dieran soporte a las actividades de resistencia frente a los desahucio de familias con dificultades económicas.

Respondiendo a estas necesidades el colectivo madrileño diseñó, junto a este grupo en defensa del derecho a la vivienda, un punto de información que incluía una cocina portátil, con el objetivo de facilitar la práctica de ocupación de la calle y la paralización de los desahucios[6].

En lo que a la recuperación del carácter político y social de la arquitectura y el urbanismo se refiere, la esfera teórica también cuenta con bueno ejemplos y argumentos. Aquí encontramos interesantes referencias desde el trabajo desarrollado por Andrés Jaque a través del su plataforma de pensamiento Oficina de Innovación Política (@OFFPOLINN)[7], hasta las lúcidas reflexiones sobre el tema que plantean Zaida Muxí y Josep María Montaner y José Miguel Cortes en sus recientes libros[8].

Mecanismos

Históricamente el urbanismo y la arquitectura han estado más centrados en la edificación que en la construcción, en el objeto que en el proceso, en la creación que en «encontrar acuerdos y agendas compartidas»[9]. Una actitud muchas veces poco responsable que, tal y como mencionábamos al principio, ha configurado un panorama repleto de conflictos urbanísticos, ambientales, paisajísticos, etc. El futuro del urbanismo debería pasar por encontrar solución a esta problemática contemporánea originada en el pasado.

Para acometer este objetivo necesitamos dejar de lado antiguos preceptos y desarrollar estrategias de «Re» e instrumentos de «De(s)»: Regenerar, reciclar, rehabilitar, reactivar, reconvertir, reinventar; y desclasificar, descalificar, de-construir, demoler, etc. deben ser términos que definan este nuevo glosario. En este ámbito los hechos también van por delante de las ideas, puesto que empiezan numerosas iniciativas que apuntan en esta dirección. Por poner algunos ejemplos prácticos en marcha podemos citar el proceso Naquerant Espais (#NaquerantEspais) que Paisaje Transversal (@paistransversal) desarrollamos para la reactivación de un edificio público vacío en Náquera (Valencia)[10]; los proyectos Berreibar en Eibar[11], Irimo en la localidad guipuzcoana de Urretxu [12] o Astra en Gernika (@AstraGernika)[13] destinados a la rehabilitación de antiguas fábricas en Euskadi para que incorporen nuevas actividades productivas y economías alternativas; o las cada vez más extendidas estrategias de recuperación de solares vacíos como Estonoesunsolar en Zaragoza (@estonoesunsolar)[14], Esta es una plaza[15] y el Campo de la cebada en Madrid (@campodecebada)[16], Re-Gen en Huesca (@regenhu)[17], Solar Vius en Lleida (@SVius)[18] o el Pla Buits en Barcelona[19].

Pero más allá de proyectos y espacios concretos, también existe una hueste de colectivos que hacen de este tipo de estrategias su razón de ser profesional como Destiempo Urbano y su Plan de Trazado Efímero[20], el trabajo de Re-Cooperar[21], o el que desarrolla Santiago Cirugeda (@santicirugeda)[22] a través de estrategias de activación de espacios públicos que aprovechan los intersticios legales o el colectivo (sa)badall (@sabadall)[23] y su proyecto Urbanoporosi, un trabajo transdisciplinar sobre edificios vacíos que mezcla fotografía, geografía y acción política.

Agentes facilitadores

Últimamente hay dos conceptos que parecen haber tomado relevancia a la hora de hablar sobre estrategias participativas de construcción de la ciudad: la mediación y el bottom-up (de abajo arriba). El primero hace alusión a la figura de los técnicos como agentes mediadores entre administraciones y ciudadanía. Si bien en ocasiones este papel puede instrumentalizarse hacia una mera «mediatización» de los procesos participativos, no hemos de olvidar que la mediación también permite establecer los mecanismos para garantizar la construcción colectiva de la ciudad y el territorio[24].

En cuanto al segundo, que hace referencia a la articulación de procesos urbanos desde la base social, también presenta algunas fallas que convendría tomar en consideración a la hora de pensar en nuevas formas de pensar el urbanismo. Si bien nos parece absolutamente imprescindible incorporar a la sociedad civil en los procesos urbanos desde su propia gestación, no podemos pasar por alto que dentro de la negociación urbana entran en juego más actores e intereses que no hay que obviar. De hecho, el poder de coacción de estos últimos suele ser mucho mayor que el de la ciudadanía. Por lo tanto este tipo de estrategias de abajo arriba habrán de estar acompañadas por otras que empoderen a las comunidades y permitan equilibrar la balanza en los procesos de toma de decisión.

Por otra parte, cuando se trata de procesos de participación asociados a transformaciones urbanas, hay que tomar en consideración que los deseos y necesidades de una comunidad o un conglomerado de agentes no siempre —casi nunca— tienen una traslación proyectual directa, por lo que resulta necesario un agente técnico que sea capaz de traducir toda esa información en propuestas urbanísticas concretas. Es en este punto donde se enmarca la figura de facilitador, entendida como un equipo que se sitúe entre los distintos agentes que operan sobre el territorio (ciudadanía, Administración, empresas privadas proveedoras de servicios y recursos, entidades académicas y científicas como proveedoras de conocimiento) y sea capaz de realizar una gestión integral de la información que provenga de ellos (intereses, anhelos, necesidades) para traducirla en propuestas y acuerdos concretos, sin anular los conflictos que puedan surgir durante este proceso y valiéndose de ellos como materia creativa y proyectual.

De esta manera la figura del agente técnico facilitador entronca en las teorías sobre el advocacy planning planteadas por Paul Davidoff en los años sesenta y que recientemente han sido magníficamente recuperadas y actualizadas por La Trama Urbana (@TramaUrbana)[25]. En el plano práctico también existen referencias actuales en los que la imagen del técnico experto en cuestiones urbanísticas queda disipada frente a la idea del urbanista como técnico facilitador de procesos urbanos con capacidad de transformar las protestas en propuestas. Ahí tenemos el diseño de la plaza Lesseps desarrollado por Itziar González[26] en colaboración con la comunidad local, la regeneración de Trinitat Nova en la que estuvieron involucrados Gea21[27] o más recientemente, VdB, el proceso bottom-up (desde la base social) para la regeneración integral participativa Virgen de Begoña que Paisaje Transversal estamos desarrollando junto a la vecindad de este barrio de la periferia madrileña.

Transdisciplinariedad

Por norma general los proyectos urbanos han estado condicionados por la perspectiva unívoca del diseño urbano. Seguramente, el ego desmedido que han insuflado desde las Escuelas de Arquitectura nos ha hecho pensar a los arquitectos –arquitectos-urbanistas, en el mejor de los casos- que éramos quienes mejores capacidades teníamos para resolver la ordenación urbana y territorial. Si acaso la inclusión de otras disciplinas ha respondido a la necesidad de encontrar justificaciones que avalasen las decisiones arquitectónicas y de diseño urbano. Pero la complejidad del medio requiere nuevas miradas que rompan esta endogamia y establezcan puentes entre diversas perspectivas disciplinares.

Por eso, desde Paisaje Transversal siempre hemos reivindicado el adjetivo transdisciplinar (de ahí nuestro nombre) frente al de multidisciplinar o interdisciplinar. Y no por puro capricho lingüístico: existen diferencias fundamentales entre los dos términos incardinadas en el propio desarrollo de la práctica urbanística[28].

La palabra multidisciplinar hace referencia a una manera de hacer urbanismo en la que existe un eje disciplinar preferente (el arquitectónico-urbanístico) sobre el que se implementan las sugerencias provenientes de otras disciplinas, que en la mayoría de los casos no sirven más que de coartada para afianzar el discurso del urbanista ortodoxo.

Una metodología transdisciplinar en cambio, tiene que ver con la desaparición de la hegemonía arquitectónica en la toma de decisiones y con el consenso, coordinación y convergencia disciplinar. La permeabilidad teórica y conceptual es imprescindible, ya que se trata de construir el proyecto urbano transversalmente desde su base, estableciendo acuerdos y un reparto equitativo de los poderes en la toma decisiones.

Beta permanente[29]

El P2P (peer to peer), el código abierto, el software libre o las licencias copyleft están transformando substancialmente los procesos creativos de la gran mayoría de la profesiones. ¿Por qué el urbanismo permanece ajeno a estas lógicas contemporáneas?

El concepto beta permanente, que proviene del software libre, es, a nuestro entender, el que mejor define y el que más claves aporta para hacer frente a este reciclaje de las prácticas arquitectónica y urbanística. Beta permanente aglutina una serie de ideas y posicionamientos que pueden facilitar esta imprescindible transición, de él emanan muchas de las cuestiones que debemos tener en cuenta.

Aplicar las lógicas derivadas del beta permanente al urbanismo y a la ciudad supone entender los proyectos urbanos como procesos abiertos, dinámicos y en constante evolución. Procesos en los que no determinamos el objeto final a priori, sino que marcamos un punto de partida y un horizonte de posibilidades y deseos futuros, de modo que la formalización de la intervención final se decide colectivamente como producto de una sinergia entre los conocimientos de los técnicos y la comunidad. Se trata por tanto de establecer los canales y espacios necesarios para generar diseños colaborativos, capaces de conjugar la experiencia y el saber técnico con la experiencia y el saber cotidiano de los habitantes, capaces, por tanto, de traducir las reivindicaciones ciudadanas en propuestas ciudadanas.

Pero Paisaje Transversal no somos los únicos en reivindicar la adaptación de los preceptos provenientes de la cultura libre y las nuevas dinámicas en red. Sin ir más lejos ahí están personalidades tan relevantes como José Fariña[30] o Saskia Sassen (@SaskiaSassen) hablando y escribiendo sobre «urbanismo de código abierto». En unos estratos menos reconocibles los planteamientos de gente como ColaBoraBora (@Colaborabora)[31], Bernardo Gutiérrez (@bernardosampa)[32], Pablo Sánchez (@PabloSChillon)[33], Manu Fernández (@manufernandez)[34] o Domenico Di Siena (@urbanohumano)[35], entre muchos otros, también profundizan en las conexiones entre la ciudad y la cultura digital.

Si bien todas estas cuestiones no son más que pinceladas de todo el caldo de cultivo en el que se está cocinando el futuro del urbanismo, nos parece que establecen suficientes referencias (conceptuales, teóricas y prácticas) que avalan ese cambio de paradigma urbanístico al que hemos aludido, y que ya ha comenzado a fraguarse en nuestras ciudades y nuestros territorios. Desde Paisaje Transversal esperamos que este artículo haya servido para dejar constancia de que otro urbanismo no solo es necesario, sino que también es posible. #SíSePuede.

Más información: Puedes acceder a la primera parte de este artículo haciendo clic aquí Notas:

[1] Glosario abierto es una iniciativa del Vivero de Iniciativas Ciudadanas para la definición de los nuevos términos que definen los procesos de innovación social y sus transferencias al espacio público. http://viveroiniciativasciudadanas.net/wiki/glosario-abiertos/

[2] «Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo» Ludwig Wittgenstein.

[3] Sobre la arquitectura y la escena como manifestación de las mecánicas del poder según Michel Foucault tres referencias complementarias, que abordan esta idea desde distintas perspectivas: FOUCAULT, Michel: Los anormales Madrid: Ediciones Akal 2001; FOUCAULT, Michel: Historia de la locura en la época clásica, I México: Fondo de cultura económica (FCE) 1976; FOUCAULT, Michel: Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión México: Siglo XXI editores 1976.

[4] La forclusión, en el sentido psicoanalítico, es un mecanismo del inconsciente mediante el cual reprimimos una idea o elemento hasta expulsarlo, de tal suerte que el ego puede actuar como si la idea no se le hubiera ocurrido jamás. Nos apoyamos en término muy generales en la idea de forclusión o repudio (forclusion) de Jacques-Marie Émile Lacan, médico psiquiatra y psicoanalista francés conocido por los aportes teóricos que hiciera al psicoanálisis basándose en la experiencia analítica y en la lectura de Freud, incorporando a su vez elementos del estructuralismo, la lingüística estructural, la matemática y la filosofía.

[5] Todo por la praxis es un colectivo madrileño que se articula como un laboratorio de proyectos estéticos de resistencia cultural, con el objetivo último de generar un catálogo de herramientas de acción directa y socialmente efectivas: http://www.todoporlapraxis.es/

[6] Estos «artefactos» comenzaron a ser utilizados en las actividades de Stop Desahucios Latina el 18 de enero 2012, en el intento de parar el desahucio de distintas familiaa algunas de las cuales llegaron a un acuerdo con la entidad bancaria y paralizaron el desahucio. También ha sido utilizado por #StopDesahucios Latina para la recogida de firmas de la iniciativa legislativa popular de la Plataforma Afectados por la Hipoteca (PAH), que llegó a recoger más de 1.400.000 firmas en todo el Estado. Finalmente una variante de este artefacto sirvió de soporte en la Acampada Bankia, que la PAH organizó en la sucursal Bankia en Plaza de Celenque en Madrid, con el objetivo de exigir la paralización de los próximos desahucios de la entidad y promover alternativas como la dación en pago y el alquiler social.

[7] La Oficina de Innovación Política ha desarrollado la primera marca de calidad democrática para acciones y organizaciones arquitectónicas: Parliament Architecture (R).Más información: http://oficinadeinnovacionpolitica.blogspot.com.es/

[8] MUXÍ, Zaida; MONTANER, Josep Maria: Arquitectura y política. Ensayos para mundos alternativos Barcelona: Editorial Gustavo Gili 2012; G. CORTES, José Miguel: Políticas del espacio. Arquitectura, género y control social Barcelona: Iaac 2006.

[9] JAQUE, Andrés en VV.AA; HERNÁNDEZ-AJA, Agustín (coord.): La sostenibilidad en el proyecto arquitectónico y urbanístico Madrid: IAU+S 2005, p. 252-253.

[10] Naquerant Espais es propuesta desarrollada para dotar de uso a una edificación pública vacía en la población de Náquera, Valencia, a través de un proceso de participación y empoderamiento comunitario. El proyecto formula tres líneas de trabajo: identidad, programas y gestión, que se lleva a cabo a través de un proceso colaborativo «creador de programas, generador de identidad». http://www.paisajetransversal.com

[11] Berreibar es un proyecto de investigación llevado a cabo por M-Etxea, grupo formado por profesorado y alumnado de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Donostia y con el respaldo del ayuntamiento de Eibar. El proyecto tiene como fin crear espacios de uso productivo en talleres vacíos y promover el valor del patrimonio industrial http://berreibar.blogspot.com.es/

[12] Irimo es un proceso participativo promovido por el Ayuntamiento de Urretxu (Gipuzkoa) y coordinado por TOKI Arkitektura y monoDestudio (@monodestudio). Tiene como objetivo explorar entre los diferentes agentes interesados y vinculados a una zona industrial infrautilizada la posibilidad de asignarle usos transitorios o vincularla a estrategias económicas alternativas mientras su uso esperado como espacio industrial vuelve a ser realidad http://irimoph.blogspot.com.es/

[13] Astra es una fábrica social para la creación cultural en Gernika (Bizkaia). Un espacio que promueve la gestión pública a través de la participación ciudadana directa http://www.astragernika.net/

[14] Estonoesunsolar es un programa experimental de intervención temporal en solares en Zaragoza. Se ha desarrollado en los años 2009 y 2010, incorporando más de 40.000 m² al espacio público de la ciudad, en un total de 13 meses de duración del programa: http://estonoesunsolar.wordpress.com/

[15] Esto es una plaza es un proyecto que consiste en el desarrollo de un plan de autogestión vecinal con carácter temporal sin ánimo de lucro, del solar urbano de la calle Doctor Fourquet nº 24 en Madrid http://estaesunaplaza.blogspot.com.es/

[16] El campo de la cebada reúne a vecinos y vecinas del Distrito Centro agrupados para fomentar el uso temporal del solar del derribado polideportivo de La Latina, durante el tiempo en el que las obras previstas para su nuevo uso urbanístico no se lleven a cabo http://elcampodecebada.org/

[17] Intervención en los solares vacíos del Casco Histórico de Huesca; es un proyecto llevado a cabo por el equipo técnico Re-Gen, y está impulsado por el Ayuntamiento de Huesca. El objetivo es revitalizar la zona a partir de intervenciones puntuales de carácter temporal, mediante un proceso basado en la participación ciudadana y la mínima inversión http://regenhu.wordpress.com/

[18] De la voluntad de dar un uso temporal en los solares vacíos acumulados en el Centro Histórico de Lleida nace este proyecto que pone al alcance todas las herramientas para que se dinamicen de manera colaborativa entre entidades, colectivos y particulares. Iniciado a finales de 2011 la arquitecta Helena Guiu con los técnicos del despacho de A & B arquilleida iniciaron una colaboración para facilitar la apertura de espacios abandonados como espacios públicos temporales http://solarsvius.wordpress.com

[19] El Ayuntamiento de Barcelona impulsa la iniciativa Pla BUITS (Vacíos Urbanos con Implicación Territorial y Social) que pretende favorecer la implicación de la sociedad civil en la definición, instalación y gestión de una veintena de espacios vacíos para dinamizar los mismos e integrarlos en la ciudad. El consistorio prevé ceder su uso temporal a entidades y asociaciones sin ánimo de lucro para que propongan usos y actividades temporales.

[20] Plan Trazado Efímero es un instrumento de gestión de posibilidades urbanas transitorias en espacios obsoletos desarrollado por Destiempo Urbano, una plataforma de trabajo sobre la reprogramación de usos y la creación de posibilidades en la ciudad desde los espacios urbanos vacíos http://www.destiempourbano.com/

[21] Re-Cooperar es un colectivo joven que parte de varias disciplinas como la arquitectura, la ingeniería ambiental, el diseño y la comunicación audiovisual. Su actividad se fundamenta en: La transformación sociocultural, la docencia, y la bioconstrucción http://www.recooperar.org/

[22] Santiago Cirugeda montó el estudio Recetas Urbanas en 2003, continuando el desarrollo de proyectos de subversión en distintos ámbitos de la realidad urbana que ayuden a sobrellevar esta complicada vida social http://www.recetasurbanas.net

[23] El colectivo (Sa)badall, formado por Berta Tiana, Bernat Lladó y Maties Serracant, pretende ser mucho más que la suma de tres individualidades. Proviniendo de campos y prácticas diversas, no solo se agrupan con voluntad transdisciplinar, sino también para poner en común saberes y experiencias inéditas http://sabadall.wordpress.com/

[24] En relación a este tipo de posturas críticas sobre la participación institucionalizada recomendamos el trabajo teórico y práctico de monoDestudio (@monodestudio), un equipo de investigación social cuyo interés se centra principalmente en la cultura, la ciudad y el territorio http://monodestudio.wordpress.com/

[25] El concepto de advocacy planning nace en 1965 con el artículo de Paul Davidoff «Advocacy and pluralism in planning. Davidoff hace una analogía entre la figura del “procurador” en el sistema judicial (advocate) con la del urbanista (planner). De esta combinación surge el que llama advocate planner, que lo contrapone con el de agency planner (planificador de la agencia, ya sea pública o privada, con un claro estigma unitarista y servil). DAVIDOFF, Paul. Advocacy and pluralism in planning. Journal of the American Institute of Planners, 1965, vol. 31, no 4, p. 331-338. En el artículo «Advocacy Planning: Urbanismo al servicio de la justicia social» publicado en el blog de La Trama Urbana (http://latramaurbana.net/) Marc Martí y Albert Arias describen las oportunidades, límites, niveles y retos de estas prácticas de procuraduría urbana en el contexto contemporáneo.

[26] Itziar González Virós es Arquitecta y urbanista. Experta en procesos de participación y urbanismo y resolución de conflictos en el espacio público de destinaciones turísticas. Ex concejal del distrito Histórico de Barcelona (2007-2010) actualmente es miembro del equipo RESET que elabora estrategias de rehabilitación del territorio.

[27] El proyecto para el Ecobarrio Trinitat Nova un proceso pionero de regeneración urbana integral liderado por los propios vecinos, quienes a través de un Plan Comunitario alentaron al Ayuntamiento y a la Generalitat a implicarse en un proyecto innovador de participación basado en la sostenibilidad con ocasión de la puesta en marcha del Plan de Remodelación del barrio. Gea21 es una empresa de consultoría independiente con más de quince años de recorrido. en un amplio abanico de temas: desde el urbanismo, la movilidad y el medio ambiente, hasta la igualdad de oportunidades o la economía social. http://www.gea21.com/

[28] Recomendamos el artículo de Carlos Miranda Levy «Multidisciplinariedad,interdisciplinariedad y transdisciplinariedad»: http://www.eaprender.org/creatividad/ciencias/multidisciplinariedad

[29] Una versión beta representa generalmente la primera versión completa del programa informático o de otro producto, que es posible que sea inestable pero útil para que las demostraciones internas y las inspecciones previas. Los desarrolladores de software libre diseñan estas versiones a través de un lenguaje común (código abierto) para que cualquier otro programador las pueda modificar, desarrollando estrategias colaborativas abiertas para la producción de nuevas versiones mejoradas

[30] Es muy recomendable el trabajo de reflexión y difusión teórica que José Fariña realiza a través de su propio blog http://elblogdefarina.blogspot.com.es/

[31] ColaBoraBora es una isla entre la realidad imperante y el deseo proyectado, en la que suceden distintos tipos de acciones y procesos para la generación de otras formas de relación, organización, producción y consumo en torno a lo común, lo libre y lo abierto http://www.colaborabora.org/

[32] Bernardo Gutiérrez dirige la consulta de estrategias digitales Futura Media, con sede en la ciudad brasileña de São Paulo. Futura Media busca puentes entre las redes sociales y el territorio. Incentiva la innovación multiplataforma, el diseño abierto y las nuevas narrativas http://futuramedia.net/

[33] Pablo Sánchez Chillón es abogado, urbanista, investigador, cofundador y CEO de Eolexcitylab http://urban360.me/

[34] Investigador y consultor independiente. Pensador urbano estratégico y diseñador de acciones urbanas innovadoras http://www.ciudadesaescalahumana.org/

[35] Domenico Di Siena es arquitecto, urbanista e investigador. Experimenta y desarrolla sistemas híbridos que conectan el mundo de la arquitectura y el urbanismo con el mundo de la comunicación y de las nuevas tecnologías http://urbanohumano.org/

Este artículo apareció previamente publicado en el número 57 de la revista Papers en enero de 2014.

Créditos de las imágenes: Imagen 01: Esto no es un solar (fuente: Plataforma Arquitectura) Imagen 02: Banco Guerrilla (fuente: Todo por la Praxis) Imagen 03: Naquerant Espais (fuente: Paisaje Transversal) Imagen 04: Trinitat Nova (fuente: Gea21)

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