CIUDAD RURAL

por Jorge Arévalo Martín

por Jorge Arévalo Martín CIUDAD RURAL es un proyecto de investigación que pretende revisar las técnicas -modelos y métodos- con las que pensar y proyectar los pequeños núcleos rurales condenados a una lectura pintoresca y un uso impsotado que reproduce los programas esterilizadores de los centros históricos de hace décadas ahora animados por la fascinación y la nostalgia de «lo auténtico» en una supuesta confrontación con «la ciudad». Frente a esta actitud paternalista que termina por desplegar programas plagados de tics consumistas y escasamente comprometidos con formas más contemporáneas de progreso se reclama una nueva sensibilidad que implique la revisión de los modelos de prosperidad para redefinir lo que entendemos por calidad de vida a la luz de las inquietudes desarrolladas por la cultura urbana reciente como indeterminación, diversidad, sostenibilidad, etc. y sus diferentes experiencias estéticas asociadas, más concretamente, «Ciudad Rural» explorará si la transformación de la estructura territorial y su consideración como soporte urbano de baja densidad pero equipado y habitado con mentalidad ciudadana puede otorgar una oportunidad de futuro a su patrimonio antropológico, su paisaje y sus habitantes alejado del carácter subsidiario y servicial de la ciudad de referencia’.

Así comienza el ejercicio para este cuatrimestre en la Unidad Docente de Juan Herreros, en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid.

La Ciudad Rural se sirve de una masa crítica que permite la creación de oportunidades y no la resolución de problemas. Supone un soporte urbano a través de la apropiación de actividades y estrategias de las ciudades (me parece adecuado el uso del termino ‘apropiación’ pues su objetivo es consolidarse como núcleos con carácter propio). En ocasiones serán actividades de retaguardia de las ciudades combinadas con instrumentos de estímulo y participación las que tendrán el papel catalizador. 

El feedback ciudad-rural conlleva la reactivación de flujos demográficos y económicos, al igual que el cambio de las tendencias actuales. La crítica de las relaciones productivas en un marco de crisis es también una lugar de oportunidad para los modelos sostenibles (qué aún no hemos definido, pero de los que podemos generar algunos esbozos en nuestra mente). La sostenibilidad requiere del cuestionamiento de las estructuras impuestas por los sistemas capitalistas.

¿La Ciudad Rural como una entidad autosuficiente podría considerarse sostenible? ¿Es necesaria una red simbiotica que funcione a distintas escalas: local y global? En este punto la ciudad es una paradoja de lo sostenible.

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2 comentarios

Jorge Arévalo Martín 23 septiembre, 2010 - 23:59

Espero que este ejercicio de 'brainstorming' a altas horas de la noche sirva de vector de implementación al debate.

Saludos!

Ramiro 18 octubre, 2010 - 14:17

Curioso. Es tan contradictorio decir "ciudad sostenible" como "ciudad rural", pero sin embargo en ambos casos subyacen tanto oportunidades como retos en las propias definiciones.

A mi me chocaba mucho en Inglaterra que las ciudades medianas o grandes pueblos fuesen clones (a excepción de algun landmark): todos ellos tenían una o varias calles peatonales con las principales tiendas (Waterstone, Zara, John Lewis…) y restaurantes de comida rápida (Sturbucks, McDonalds…). Algo que ocurrió en su día en EEUU y que está pasando en España debido al fenómenos de la globalización y la homogenización de nichos urbanos ( urban-complexity.blogspot.com/2009/09/niches-and-invaders.html).

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